sábado, 25 de agosto de 2007

Pelotas, palos y un montón de agujeros

Un perro es feliz con un palo y una pelota... este hombre también. Tengo que reconocer que me encanta tocarme las pelotas, pero ante un maestro no cabe otra cosa que rendirse a sus pies, es mejor y punto. ¿Tendrá trabajo este tipo?, ¿tendrá pareja?. ¿tendrá amigos? Lo que está claro es que tiene una mesa de billar, una cámara de video y mucho tiempo para tocarse las pelotitas.



PD: La fimosis no es un recurso literario.

No hay comentarios: